terça-feira, 16 de dezembro de 2008

Diário Olé - Martes 16 diciembre 2008 - Argentina

0 comentários
San Martín MorelEnganche y goleador del Matador, es el general de esta campaña épica. Y a horas de jugar la primera final contra San Lorenzo, este fana de Riquelme dice: "Queremos dejar un sello..."



Martín Morel está subido a un caballo, pero sólo a pedido de Olé. A pesar de ser el goleador de este Tigre que ya hizo historia, el enganche no pierde la humildad. Y eso que ahora es una cara conocida, hecho que queda en evidencia apenas ingresa en el club Hípico del Norte (San Isidro) y los cuidadores se le acercan para pedirle autógrafos. Allí lo espera una yegua tordilla, que pertenece a la Escuela de Hípica. Mansita, con la crin reluciente, Ibiza -así se llama- será parte de la producción. "Me encantan los caballos", reconoce entusiasmado el 10. Pero al principio se resiste a ponerse el traje de San Martín. Finalmente se rinde cuando se le recuerda que Lazzaro se disfrazó de Gladiador, Giménez de tigre y hasta el mismo Cagna entró en la jaula de un felino. Acepta y se transforma en San Martín Morel, el de los 13 festejos, el que quedó a dos de Sand, el de los goles clave como ante Banfield. "Pude convertir en momentos importantes, pero no me la creo, no me siento el mejor. Y cuando las cosas van mal, tampoco me siento el peor...", resume su filosofía este rosarino de 28 años.

-¿Te cambió la vida?

-Sí, mucho. En el torneo anterior no venía jugando de titular. En este campeonato me dieron la oportunidad y no la desaproveché.

-¿Y por todo lo que generás a tu alrededor? El pedido de los hinchas, las declaraciones de Diego.

-Que ahora se esté hablando de mí me pone muy contento. Me están saliendo bien las cosas y esto es gracias a mis compañeros y al cuerpo técnico, que me dieron la confianza. Que Maradona hable bien de mí me da más fuerza para seguir creciendo. Por la calle me viene a saludar gente que no es de Tigre, me pide una foto... Hace dos años y medio esto era impensado: terminaba de jugar y no había periodistas ni autógrafos, no había nada. A mí no me abruma el cariño de la gente, al contrario: lo llevo bien porque la gente es la que te banca siempre. Me enteré el otro día de que un conocido de la chica que limpia en casa fue papá y a su hija le puso Morela, porque dice que soy su ídolo.

-¿Se revolucionó mucho tu familia?

-Je, están todos felices. Llego a Rosario y vienen mis amigos a saludarme. La gente de mi barrio, Bella Vista, está feliz, y lo disfruto con ellos, con mis hermanos (Antonio, Vicente, Angélica y Elida, todos mayores que él), con mi mamá, Ramona, con mi viejo, Jacinto, que ya no está, pero siempre lo tengo presente, lo siento a mi lado dentro de la cancha. Y con mi señora, Valeria, y mi hija, Lucila. Mi familia está viviendo un sueño, que era el de mi viejo: verme jugar al fútbol. La alegría más grande que tengo es que mi papá me vio en Primera.

Formato: PDF
Tamanho: 6.3 Mb
Downloads Rapidshare

0 comentários:

Postar um comentário