Conmoción en El Palomar por el asesinato de un hombre durante un asaltoLa víctima, un joven de 30 años, fue sorprendida anoche por tres delincuentes cuando festejaba un cumpleaños junto a otras ocho personas. Recibió dos balazos tras resistise al robo.
Un muchacho de 30 años murió esta madrugada al ser baleado por un delincuente que había irrumpido en una casa donde la víctima, junto a otras ocho personas, festejaba un cumpleaños, en El Palomar.
El joven, identificado como Hugo Mayares, había llegado anoche a la casa de sus amigos y vecinos ubicada en Fermi 1890 donde se celebraba el cumpleaños del dueño de la vivienda, ubicada en la parte de atrás de una heladería también de su propiedad.
Según relataron varios testigos, cuando estaban haciendo sobremesa unas ocho personas, entre ellas Hugo Mayares, los sorprendió un delincuente armado, quien irrumpió en la cocina armado y "muy nervioso" comenzó a exigir que le dieran dinero, mientras dos de sus cómplices robaban el dinero de la caja de la heladería.
Angel, el dueño de la vivienda y el negocio, que celebraba su cumpleaños, relató que se encontraba en una habitación con su nieto de dos años y medio cuando oyó gritos en la cocina, donde estaban todos reunidos, y cuando salió se encontró con que el delincuente tenía tomada del cuello a su esposa apuntándole con un arma.
Angel y Hugo forcejearon con el ladrón y éste efectuó un tiro al techo, tras lo cual intentó escapar.
El dueño de casa y Hugo lo siguieron hasta la heladería y cuando lo tenían casi controlado, el ladrón le disparó al joven por la espalda y escapó con sus dos cómplices que lo esperaban en un automóvil Corsa negro.
Un patrullero que llegó al lugar trasladó al joven herido al hospital Posadas ya que, según confirmó la familia, "la ambulancia nunca llegó", pero el muchacho murió en el trayecto.
La familia está consternada por lo ocurrido. "Esto no puede ser. Se robaron una vida. Estamos cansados por el miedo que tenemos. Le cortaron la vida. Por respeto a este chico vamos a cerrar la heladería", contó Franca, la dueña de la heladería.
En el mismo sentido se refirió Angel, el esposo de Franca, quien destacó que "Hugo era una excelente persona, muy querida en el barrio. Estaba trabajando en una fábrica y hacía horas extras nocturnas porque ahorraba para continuar la construcción de una casa donde iría a vivir con su pareja, Gabriela, y los dos hijos de ella".
Interviene en la investigación de la causa el titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) en turno del Departamento Judicial Morón.
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